La puerta del granero se cerró con un temblor
mientras ponía los pesados triángulos
de madera bajo las ruedas del tractor.
Había sido un día largo. Apoyando el hombro
contra el enorme neumático negro
resoplé mi cansancio hacia la noche.
Arrodillado, solo en la oscuridad de Dios,
pensé en la yegua gris de mi padre,
cansada y resollando, allí en el rincón,
luego de un día de arar en el campo de arriba.
Sally, la llamó. Decía que la llamó así
por su único amor, una muchacha que conoció en Doolin.
Mi madre se llamaba Margaret.
Tony Curtis, Dublin, Irlanda, 1955
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: de Wikipedia
The End of the Day
The barn door shut with a shudder
as I placed the heavy triangles
of wood under the tractor’s wheels.
It had been a long day. Leaning my
shoulder against the huge black tyre
I blew my tiredness into the night.
Kneeling, alone in God’s darkness,
I thought of my father's grey mare
tired and steaming, there in the corner,
after a day ploughing in the high field.
Sally, he called it. Said he named it
after his only love, a girl he’d met in Doolin.
My mother’s name was Margaret.
Mientras te haces
cortar el pelo
yo estoy en el fondo del salón
tomando café fuerte,
haciendo el crucigrama.
Viendo a las mujeres con las tijeras
cortar y cortar.
Hablan todo el tiempo
de las dos hermanas de Dublín
que cortaron en pedazos al amante
violento de su madre. Siete horas
para descuartizar el cuerpo.
Cinco horas para disponer
del torso, los brazos
las piernas, los pies, el pene.
Nunca hallaron la cabeza.
Pienso en ella tendida
en el fondo del canal —
Atascada debajo de la esclusa
o hundida hasta los ojos en el barro.
El pelo que es lavado
y lavado y lavado.
Tony Curtis, Dublin Irlanda, 1955
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: de Wikipedia
Scissors
While you are getting
Your hair cut
I sit in the back of the salon
Drinking strong coffee,
Doing the crossword.
Watching the women
With the scissors cut and cut.
All the while they talk
About the two Dublin sisters
Who cut up their mother’s
abusive lover. Seven hours
To dismember the body.
Five hours to dispose
Of the torso, the arms,
The legs, the feet, the penis.
They never found the head.
I think of it lying
At the bottom of the canal —
Wedged under the weir,
Or sunk up to its eyes in the mud.
The hair being washed, and washed, and washed.
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