Mostrando las entradas con la etiqueta versión rodolfo alonso. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta versión rodolfo alonso. Mostrar todas las entradas

miércoles, 14 de abril de 2010

Fernando Pessoa


Si yo muriera joven...

Si yo muriera joven,
Sin poder publicar libro alguno,
Sin ver la cara que tienen mis versos en letra impresa,
Pido que, si se quisiesen molestar por mi causa,
No se molesten.
Si así ocurrió, así es verdad.

Aunque mis versos nunca sean impresos
Tendrán su propia belleza, si fueran bellos.
Pero no pueden ser bellos y quedar por imprimir,
Porque las raíces pueden estar bajo la tierra
Pero las flores florecen al aire libre y a la vista.
Tiene que ser así por fuerza. Nada puede impedirlo.

Si yo muriera joven, oigan esto:
Nunca fui sino una criatura que jugaba.
Fui gentil como el sol y el agua,
De una religión universal que sólo los hombres no conocen.
Fui feliz porque no pedí ninguna cosa,
no procuré hallar nada,
Ni hallé que hubiese más explicación
Que la de que la palabra explicación no tiene ningún sentido.

No deseé sino estar al sol o a la lluvia,
Al sol cuando había sol
Y a la lluvia cuando estaba lloviendo
(Y nunca la otra cosa)
Sentir calor y frío y viento,
Y no ir más lejos.

Una vez amé, pensé que me amarían,
Pero no fui amado
Pero no fui amado por la única gran razón:
Porque no tenía que ser.
Me consolé volviendo al sol y a la lluvia,
Y sentándome otra vez en la puerta de casa.
Los campos, al fin, no son tan verdes para los que son amados
Como para los que no lo son.
Sentir es estar distraído.

Fernando Pessoa, Lisboa, 1888-1935
Fernando Pessoa, Poemas, Ed. Fabril, Bs. As., 1972
Traducción de Rodolfo Alonso
imagen: s/d


Tan pronto pasa todo lo que pasa...

¡Tan pronto pasa todo lo que pasa!
¡Muere tan joven ante los dioses cuanto Muere!
¡Todo es tan poco!
Nada se sabe, todo se imagina.
Circúndate de rosas, ama, bebe.
Y calla. El resto es nada.

Fernando Pessoa, Lisboa, 1888-1935
Fernando Pessoa, Poemas, Ed. Fabril, Bs. As., 1972
Traducción de Rodolfo Alonso

sábado, 16 de enero de 2010

Fernando Pessoa / 3 poemas



(i)

Pero yo, en cuya alma se reflejan
Las fuerzas todas del universo,
En cuya reflexión emotiva y sacudida
Minuto a minuto, emoción a emoción,
Cosas antagónicas y absurdas se suceden:
Yo el foco inútil de todas las realidades,
Yo el fantasma nacido de todas las sensaciones,
Yo el abstracto, yo el proyectado en la pantalla,
Yo la mujer legítima y triste del Conjunto,
Yo sufro ser yo a través de todo esto como tener
sed, pero no de agua.

(ii)

Tengo piedad de las estrellas
Que brillan desde hace tanto,
Desde hace tanto tiempo...
Tengo piedad de ellas.

¿No habrá un cansancio
De las cosas,
De todas las cosas,
Como de las piernas o de un brazo?

Un cansancio de existir,
De ser,
Sólo de ser
O ser triste brillar o sonreír...

¿No habrá, en fin,
Para las cosas que son,
No la muerte, pero sí
Alguna especie de fin,
O una razón,
Algo así
Como un perdón?

(iii)

Es tal vez el último día de mi vida.
Saludé al sol, levantando la mano derecha,
Pero no lo saludé diciéndole adiós,
Hice señal de gustarme haberlo visto: nada más.

Fernando Pessoa, Lisboa, 1888-1935
Fernando Pessoa, Poemas, Ed. Fabril, Bs. As., 1972
Traducción de Rodolfo Alonso
imagen: s/d