sábado, 11 de agosto de 2012

Jorge Luis Borges




El juego

No se miraban. En la penumbra compartida los dos estaban
serios y silenciosos.
Él le había tomado la mano izquierda y le quitaba y le ponía
el anillo de plata y el anillo de oro con piedras duras.
Ella tendía alternativamente las manos.
Esto duró algún tiempo. Fueron entrelazando los dedos y
juntando las palmas.
Procedían con lenta delicadeza, como si temieran equivocarse.
No sabían que era necesario aquel juego para que determinada
cosa ocurriera, en el porvenir, en determinada región.


Jorge Luis Borges, Buenos Aires, 1899- Ginebra, 1986
imagen: Veda Venerabilis



Jactancia de quietud

Escrituras de luz embisten la sombra, más prodigiosas que
     meteoros.
La alta ciudad inconocible arrecia sobre el campo.
Seguro de mi vida y de mi muerte, miro los ambiciosos
     y quisiera entenderlos.
Su día es ávido como el lazo en el aire.
Su noche es tregua de la ira en el hierro, pronto en acometer.
Hablan de humanidad.
Mi humanidad está en sentir que somos voces de una misma
     penuria.
Hablan de patria.
Mi patria es un latido de guitarra, unos retratos y una vieja
     espada,
la oración evidente del sauzal en los atardeceres.
El tiempo está viviéndome.
Más silencioso que mi sombra, cruzo el tropel de su levantada
     codicia.
Ellos son imprescindibles, únicos, merecedores del mañana.
Mi nombre es alguien y cualquiera.
Paso con lentitud, como quien viene de tan lejos que no espera
     llegar.


Jorge Luis Borges, Buenos Aires, 1899- Ginebra, 1986


Things that might have been

Pienso en las cosas que pudieron ser y no fueron.
El tratado de mitología sajona que Beda no escribió.
La obra inconcebible que a Dante le fue dado acaso entrever,
ya corregido el último verso de la Comedia.
La historia sin la tarde de la Cruz y la tarde de la cicuta.
La historia sin el rostro de Helena.
El hombre sin los ojos, que nos han deparado la luna.
En las tres jornadas de Gettysburg la victoria del Sur.
El amor que no compartimos.
El dilatado imperio que los Vikingos no quisieron fundar.
El orbe sin la rueda o sin la rosa.
El juicio de John Donne sobre Shakespeare.
El otro cuerno del Unicornio.
El ave fabulosa de Irlanda, que está en dos lugares a un tiempo.
El hijo que no tuve.


Jorge Luis Borges, Buenos Aires, 1899- Ginebra, 1986


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