viernes, 22 de octubre de 2010

Malcolm Lowry


El pasado que florece

No hay ninguna poesía cuando vives ahí.
Esas piedras son tuyas, esos ruidos son tu mente,
los tranvías rechinantes y las calles que te unen
al bar soñado donde se alivia la angustia
son calles y tranvías: la poesía está en otro sitio.
Las fachadas de los cines y las tiendas
dejadas atrás y lloradas, ya no se lloran más.
Los nuevos jalones del aquí y ahora parecen
extrañamente fríos. Pero ve al Polo o a Nueva Zelanda,
y esas piedras florecerán y los ruidos cantarán
y serán fascinantes los tranvías, para el niño dormido
que nunca descansa, cuyo barco seguirá vagando siempre,
que jamás podrá volver a casa, y aún así debe traer
de vuelta a Ilión trofeos extraños, y absurdos!

Malcolm Lowry, Inglaterra, 1909-1957
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: s/d



The Flowering Past

There is no poetry when you live there.
Those stones are yours, those noises are your mind,
The forging thunderous trams and streets that bind
You to the dreamed-of bar where sits despair
Are trams and streets: poetry is otherwhere.
The cinema fronts and shops once left behind
And mourned, are mourned no more. Strangely unkind
Seem all new landmarks of the now and here.
But move you toward New Zealand or the Pole,
Those stones will blossom and the noises sing,
And trams will wheedle to the sleeping child
That never rests, whose ship will always roll,
That never can come home, but yet must bring
Strange trophies back to Ilium, and wild!



Un río seco es como el alma

Un río seco es como el alma
de un poeta que no puede escribir, aunque percibe
su tema con claridad imperfecta y lamenta
morir de sed por la sequía. Pero su meta,
un saludable mar del más claro cristal una vez,
retrocede, se vuelve gris en el espino cerval,
se va como los amores viejos,
abandona la mente por completo. Él no concibe
nada que lo remplace: solo en el polo
de la memoria vibra una brújula extraviada;
y así el río, al lado de sus árboles grises compasivos,
es una agonía de piedras, horrores que se hundieron
y que son declarados, blanqueados ahora. Porque son estas,
estas piedras y naderías las que mandan
cuando el río es un camino y la mente un hueco.

Malcolm Lowry, Inglaterra, 1909-1957
Versión © Gerardo Gambolini


A Died Up River is Like the Soul

A dried up river is like the soul
Of a poet who can’t write, yet perceives
With imperfect clarity his theme and grieves
To parched death over the drought. But his goal
Once a wholesome sea of clearest crystal
Recedes, grows grey in hartseye, like old love leaves,
Leaves the mind altogether. He conceives
Nothing to replace it: only at the pole
Of memory flickers some senseless compass.
So the river, by her grey pitying trees
Is an agony of stones, horrors which sank
But are now declared, bleached. For it is these,
These stones and nothingnesses which possess
When river is a road and mind a blank.

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