Sereno
Después de tanta
niebla
una
a una
se descubren
las estrellas
Respiro
el fresco
que me deja
el color del cielo
Me reconozco
imagen
pasajera
Presa en un viaje
inmortal
Bosque de Courton, julio de 1918
Giuseppe Ungaretti, Alejandría, Egipto, 1888 – Milán, Italia, 1970
de L’allegria
Traducción de Rodolfo Alonso
imagen: trinchera italiana de la Primera Guerra
el color del cielo
Me reconozco
imagen
pasajera
Presa en un viaje
inmortal
Bosque de Courton, julio de 1918
Giuseppe Ungaretti, Alejandría, Egipto, 1888 – Milán, Italia, 1970
de L’allegria
Traducción de Rodolfo Alonso
imagen: trinchera italiana de la Primera Guerra
Sereno
Dopo tanta
nebbia
a una
a una
si svelano
le stelle.
Respiro
il fresco
che mi lascia
il colore del cielo
Mi riconosco
immagine
passeggera
Presa in un giro
immortale
Bosco di Courton luglio 1918
nebbia
a una
a una
si svelano
le stelle.
Respiro
il fresco
che mi lascia
il colore del cielo
Mi riconosco
immagine
passeggera
Presa in un giro
immortale
Bosco di Courton luglio 1918
De improviso
se alza
sobre los escombros
el límpido
estupor
de la inmensidad
Y el hombre
curvado
sobre el agua
sorprendida
por el sol
se descubre
una sombra
Acunada y
lentamente
rota
Vallone, 19 agosto de 1917
Giuseppe Ungaretti, Alejandría, Egipto, 1888 – Milán, Italia, 1970
de L’allegria
Traducción de Rodolfo Alonso
se alza
sobre los escombros
el límpido
estupor
de la inmensidad
Y el hombre
curvado
sobre el agua
sorprendida
por el sol
se descubre
una sombra
Acunada y
lentamente
rota
Vallone, 19 agosto de 1917
Giuseppe Ungaretti, Alejandría, Egipto, 1888 – Milán, Italia, 1970
de L’allegria
Traducción de Rodolfo Alonso
Vanità
D’improvviso
è alto
sulle macerie
il limpido
stupore
dell’immensitá
E l’uomo
curvato
sull’acqua
sorpresa
dal sole
si rinviene
un’ombra
Cullata e
piano
franta
Vallone il 19 agosto 1917
Y cuando el corazón, de un último latido,
haya hecho caer el muro de sombra,
para conducirme, madre, hasta el Señor,
me darás la mano, como antes.
De rodillas, segura,
serás una estatua delante del Eterno,
como ya te veía
cuando estabas aún en vida.
Alzarás temblorosa los brazos viejos,
como cuando expiraste
diciendo: Dios mío, aquí estoy.
Y sólo cuando me haya perdonado
te vendrá deseo de mirarme.
Recordarás haberme esperado tanto
y en tus ojos habrá un fugaz suspiro.
Giuseppe Ungaretti, Alejandría, Egipto, 1888 – Milán, Italia, 1970
de Sentimento del tempo
Versión © Gerardo Gambolini
La madre
E quando il cuore d’un ultimo battito
avrà fatto cadere il muro d’ombra,
per condurmi, Madre, fino al Signore,
come una volta mi darai la mano.
In ginocchio, decisa,
sarai una statua davanti all’Eterno,
come già ti vedeva
quando eri ancora in vita.
Alzerai tremante le vecchie braccia,
come quando spirasti
dicendo: "Mio Dio, eccomi".
E solo quando m’avrà perdonato,
ti verrà desiderio di guardarmi.
Ricorderai d’avermi atteso tanto,
e avrai negli occhi un rapido sospiro.