lunes, 26 de julio de 2010

Ezra Pound


Portrait d’une femme

Tu mente y tú son nuestro Mar de los Sargazos;
en estos veinte años, Londres ha pasado por ti
y barcos brillantes te dejaron esto en pago:
ideas, rumores, restos de todo,
raras balizas de saber y ajados objetos de valor.
Grandes intelectos te buscaron, a falta de otra.
Fuiste segunda siempre. ¿Trágico?
No. Lo preferías a lo habitual:
un esposo insulso y aburrido, sumiso,
un espíritu mediocre, con una idea menos cada año.
Oh, eres paciente, te he visto sentada largas horas
donde algo podría haber surgido.
Y ahora pagas tú. Sí, pagas con largueza.
Eres alguien de cierto interés; uno llega a ti
y se lleva una ganancia singular:
trofeos rescatados, alguna curiosa sugerencia,
un dato que no conduce a nada, y uno o dos relatos
llenos de mandrágoras o de alguna otra cosa
que podría ser útil pero que nunca lo es,
que jamás encaja en una esquina ni muestra aplicación,
ni halla su hora en el telar de los días;
la dañada, vistosa, magnífica pieza antigua,
ídolos y ámbar gris y raras incrustacione:
esas son tus riquezas, tu gran acopio; y sin embargo,
a pesar de ese tesoro marino de cosas caducas,
extrañas maderas semi-hinchadas, y baratijas nuevas y brillantes,
en el lento fluctuar de la luz intensa y diferida
¡no hay nada! nada en todo eso
que sea enteramente tuyo.
Pero eso eres tú.

Ezra Loomis Pound, Idaho, Estados Unidos, 1885 –Venecia, Italia, 1972
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: Ezra Pound



Portrait d’une femme

Your mind and you are our Sargasso Sea,
London has swept about you this score years
And bright ships left you this or that in fee:
Ideas, old gossip, oddments of all things,
Strange spars of knowledge and dimmed wares of price.
Great minds have sought you - lacking someone else.
You have been second always. Tragical?
No. You preferred it to the usual thing:
One dull man, dulling and uxorious,
One average mind - with one thought less, each year.
Oh, you are patient, I have seen you sit
Hours, where something might have floated up.
And now you pay one. Yes, you richly pay.
You are a person of some interest, one comes to you
And takes strange gain away:
Trophies fished up; some curious suggestion;
Fact that leads nowhere; and a tale for two,
Pregnant with mandrakes, or with something else
That might prove useful and yet never proves,
That never fits a corner or shows use,
Or finds its hour upon the loom of days:
The tarnished, gaudy, wonderful old work;
Idols and ambergris and rare inlays,
These are your riches, your great store; and yet
For all this sea-hoard of deciduous things,
Strange woods half sodden, and new brighter stuff:
In the slow float of differing light and deep,
No! there is nothing! In the whole and all,
Nothing that's quite your own.
Yet this is you.

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