Queja
Te contaré, Señor, de una mujer tuya
que vio de repente su fe desvanecida,
volvió el rostro a la pared, y murió.
Recuerdo cómo cantaba de tu amor,
regocijándose en tus mínimos favores;
los junquillos perfumados,
las matas de grosella en flor,
la tierra húmeda
le hablaban inequívocamente de Tu benevolencia.
Te recuerdo, Señor, cómo, abatida,
se contrajo como el perro de un gitano,
su esperanza ida, la piel floja alrededor de los huesos.
¿Dónde estabas, Señor, cuando ella te llamó?
¿Y dónde estaba el amor que la profundidad ni la altura
ni criatura mortal alguna pueden superar?
¿Te complace, Señor, que la voz de tu gente
sea la voz de la liebre desgarrada por los sabuesos?
Pádraig J. Daly, Dungarvan, Irlanda, 1943
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: s/d
Pádraig Daly es sacerdote agustino.
Complaint
I will tell you, Sir, about a woman of yours,
Who suddenly had all her trust removed
And turned to the wall and died.
I remember how she would sing of your love,
Rejoice in your tiniest favour;
The scented jonquils,
The flowering currant bush,
The wet clay
Spoke to her unerringly of benevolence.
I remind you, Sir, of how, brought low,
She cowered like a tinker’s dog,
Her hope gone, her skin loose around the bones.
Where were you, Sir, when she called out to you?
And where was the love that heighgt nor depth
Nor any mortal thing can overcome?
Does it please you, Sir, that your people’s voice
Is the voice of the hare torn between the hounds?
Es a nosotros a quienes se quejan por tus fracasos;
cuando el dolor se prolonga toda la noche,
cuando la gente se reúne con importencia alrededor de una cama,
cuando la angustia agota el corazón,
nos toca a nosotros soportar la ira.
Cuando el amor se acaba,
cuando los amigos se han ido,
cuando los mundos son escombro,
cuando los ojos no pueden alzarse para ver el sol,
la gente nos pide explicación; y nosotros estamos mudos.
Cuando la furia en tu contra es un mar rabioso
somos las primeras rocas de la costa.
Pádraig J. Daly, Dungarvan, Irlanda, 1943
Versión © Gerardo Gambolini
Ministers
It is we who are kicked for your failures;
When pain last across the night,
When people gather helplessly around a bed,
When grief exhausts the heart,
It is we who must bear the anger.
When love fails,
When friends are gone,
When worlds are rubble,
When eyes cannot lift to see the sun,
People ask us to explain; and we are dumb.
When rage against you is a fierce sea
We are the first rocks on the shore.