El Otro
Tarde de invierno.
Se desperezan mis angustias
como los gatos;
se despiertan, se acuestan;
abren sus ojos turbios
y grises;
abren sus dedos finos
de humedad y silencios detallados.
abren sus ojos turbios
y grises;
abren sus dedos finos
de humedad y silencios detallados.
Bien dormía mi ser como los niños,
¡y encendieron sus velas los absurdos!
¡y encendieron sus velas los absurdos!
Ahora el Otro está despierto;
se pasea a lo largo de mi gris corredor
y suspira en mis agujeros
y toca en mis paredes viejas
un sucio desaliento frío.
se pasea a lo largo de mi gris corredor
y suspira en mis agujeros
y toca en mis paredes viejas
un sucio desaliento frío.
¡La esperanza juega a las cartas
con los absurdos!
con los absurdos!
Terminan la partida
tirándose pantuflas.
tirándose pantuflas.
Es muy larga la noche del corazón.
Jacobo Fijman, Orhei, Besarabia, 1898 – Buenos Aires, 1970
De Molino Rojo (1926)
De Molino Rojo (1926)
Agua de sol,
cencerros de horizontes
enlazaban la intensidad
armónica
de nuestros cuerpos
claros y vigorosos,
en plenitud de luces infinitas.
cencerros de horizontes
enlazaban la intensidad
armónica
de nuestros cuerpos
claros y vigorosos,
en plenitud de luces infinitas.
Sones de llamas
en el aire rosado;
jadear de bosques y expansión de mares.
¡La danza de la tierra!
¡La sinfonización del universo!
en el aire rosado;
jadear de bosques y expansión de mares.
¡La danza de la tierra!
¡La sinfonización del universo!
Y repicaban los paisajes;
agua de sol,
cencerros de horizontes.
agua de sol,
cencerros de horizontes.
¡La alegría del mundo
en el pecho redondo de la tarde!
en el pecho redondo de la tarde!
Jacobo Fijman, Orhei, Besarabia, 1898 – Buenos Aires, 1970
De Molino Rojo (1926)
De Molino Rojo (1926)
Cavar, cavar los ojos enarenados como se ahuecan los cuellos largos de los pozos.
Cerrados en implacables soledades.
Cerrados en implacables soledades.
Excavo la bienaventuranza.
Cruzas llanuras
y acaecen palomas entre las manchas negras de las quejas.
Siento en mis ojos las anguilas fuera de sí de los silencios montañeses.
Cruzas llanuras
y acaecen palomas entre las manchas negras de las quejas.
Siento en mis ojos las anguilas fuera de sí de los silencios montañeses.
Jacobo Fijman, Orhei, Besarabia, 1898 – Buenos Aires, 1970
De Hecho de estampas (1929)