Un gesto antiguo
Pensé, mientras secaba mis ojos en una punta del delantal:
Penélope también hizo esto.
Y más de una vez: no puedes seguir tejiendo todos los días
y deshacerlo todo por la noche;
los brazos se cansan, y la nuca se endurece;
y se acerca la mañana, cuando crees que nunca habrá luz,
y tu esposo se ha ido, desde hace años, y tú no sabes dónde.
De pronto estallas en lágrimas;
no hay otra cosa que hacer, sencillamente.
Y pensé, mientras secaba mis ojos en la punta del delantal:
este es un gesto viejo, auténtico, antiguo,
en la mejor tradición, clásica, griega;
Ulises también hizo esto.
Pero sólo como un gesto — un gesto que suponía,
para el gentío reunido, que estaba demasiado conmovido para hablar.
Lo aprendió de Penélope...
Penélope, que realmente lloraba.
Edna St Vincent Millay, Estados Unidos, 1892-1950
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: s/d
An Ancient Gesture
I thought, as I wiped my eyes on the corner of my apron:
Penelope did this too.
And more than once: you can’t keep weaving all day
And undoing it all through the night;
Your arms get tired, and the back of your neck gets tight;
And along towards morning, when you think it will never be light,
And your husband has been gone, and you don't know where, for years.
Suddenly you burst into tears;
There is simply nothing else to do.
And I thought, as I wiped my eyes on the corner of my apron:
This is an ancient gesture, authentic, antique,
In the very best tradition, classic, Greek;
Ulysses did this too.
But only as a gesture,—a gesture which implied
To the assembled throng that he was much too moved to speak.
He learned it from Penelope...
Penelope, who really cried.
El otoño y la primavera
En la primavera del año, la primavera del año,
anduve por el camino al lado de mi amor.
Los árboles eran negros donde estaba mojada la corteza.
Los veo todavía, en la primavera del año.
Él rompió para mí una rama del durazno florecido
apartado del camino y difícil de alcanzar.
En el otoño del año, en el otoño del año,
anduve por el camino al lado de mi amor.
Con un ronco trinar alzaban vuelo los grajos.
Todavía los oigo, en el otoño del año.
Él se reía de todo lo que yo osaba alabar,
rompiéndome el corazón, de pequeñas maneras.
Comience el año o esté llegando a su fin,
goterá la corteza y llamarán las aves.
Hay mucho que es bello de ver y escuchar
en el comienzo del año, en su final.
No es la ida del amor lo que lastima mis días
sino que se fuera de maneras pequeñas.
Edna St Vincent Millay, Estados Unidos, 1892-1950
Versión © Gerardo Gambolini
The Spring and the Fall
In the spring of the year, in the spring of the year,
I walked the road beside my dear.
The trees were black where the bark was wet.
I see them yet, in the spring of the year.
He broke me a bough of the blossoming peach
That was out of the way and hard to reach.
In the fall of the year, in the fall of the year,
I walked the road beside my dear.
The rooks went up with a raucous trill.
I hear them still, in the fall of the year.
He laughed at all I dared to praise,
And broke my heart, in little ways.
Year be springing or year be falling,
The bark will drip and the birds be calling.
There’s much that’s fine to see and hear
In the spring of a year, in the fall of a year.
‘Tis not love’s going hurt my days.
But that it went in little ways.
lunes, 31 de enero de 2011
Edna St Vincent Millay
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario