Revelación
Cuando mi padre
apareció en la cocina
después de vacilar por los sembrados
volviendo de la cantera inundada
que teníamos prohibida, por supuesto,
y que no tenía fondo,
anunció que nunca más
haría otra vez algo así:
agarrar a los gatitos
y su madre
y meterlos a todos
en una bolsa cosida.
Tanto más extraño,
incluso alarmante,
cuando en una semana
la madre volvió
para sentarse en el alféizar
y observar por varios años
las incómodas idas y venidas de mi padre.
Joseph Woods, Drogheda, Irlanda, 1966
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: s/d
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: s/d
Letting the Cat Out of the Bag
When my father stole
into the scullery
having faltered over
fields
froom the flooded quarry,
which naturally we were warned
against and was bottomless,
he announced he’d never
carry out an act like it again:
gathering the kittens
with their mother
and weighting the whole shebang
into a loose-stitched sack.
All the more strange,
even alarming,
when within a week
the mother arrived back
to sit on the windowstill
and observe for some years
my father’s uneasy coming and goings.
El carillón
de bambú
que trajiste
y colgaste
en el jardín
se destiñó en su primer
invierno extranjero,
en los siguientes
meses
sonaba hueco.
Dos inviernos después
se partieron las puntas,
el carillón
de bambú
cambió su
tonada
al timbre
de huesos.
Joseph Woods, Drogheda, Irlanda, 1966
Versión © Gerardo Gambolini
Versión © Gerardo Gambolini
Bamboo
The bamboo
wind-chimes
you brought back
and hung high
in the yard
bleached in their
first foreing winter,
rang hollow
in the months
that followed.
Two winters on,
their ends split,
the bamboo
wind-chimes
have changed
their tune
to the timbre
of bones.