sábado, 24 de noviembre de 2012

Joseph Woods




Revelación

Cuando mi padre
apareció en la cocina

después de vacilar por los sembrados
volviendo de la cantera inundada

que teníamos prohibida, por supuesto,
y que no tenía fondo,

anunció que nunca más
haría otra vez algo así:

agarrar a los gatitos
y su madre

y meterlos a todos
en una bolsa cosida.

Tanto más extraño,
incluso alarmante,

cuando en una semana
la madre volvió

para sentarse en el alféizar
y observar por varios años

las incómodas idas y venidas de mi padre.


Joseph Woods, Drogheda, Irlanda, 1966
Versión © Gerardo Gambolini
imagen: s/d


Letting the Cat Out of the Bag

When my father stole
into the scullery

having faltered  over fields
froom the flooded quarry,

which naturally we were warned
against and was bottomless,

he announced he’d never
carry out an act like it again:

gathering the kittens
with their mother

and weighting the whole shebang
into a loose-stitched sack.

All the more strange,
even alarming,

when within a week
the mother arrived back

to sit on the windowstill
and observe for some years

my father’s uneasy coming and goings.




El carillón
de bambú

que trajiste
y colgaste

en el jardín
se destiñó en su primer

invierno extranjero,
en los siguientes

meses
sonaba hueco.

Dos inviernos después
se partieron las puntas,

el carillón
de bambú

cambió su
tonada

al timbre
de huesos.


Joseph Woods, Drogheda, Irlanda, 1966
Versión © Gerardo Gambolini



Bamboo

The bamboo
wind-chimes

you brought back
and hung high

in the yard
bleached in their

first foreing winter,
rang hollow

in the months
that followed.

Two winters on,
their ends split,

the bamboo
wind-chimes

have changed
their tune

to the timbre
of bones.



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