Jardines del Nilo
Aquella tarde
al salir del Museo Egipcio
en el Cairo
¿cómo me dejé guiar por aquel timador
por entre alfombras y espejos
en la tienda de perfumes?
En mi brazo quedaron
húmedas franjas de aroma
mientras el vendedor
de mirada aviesa
hablaba de flores y de granjas
a orillas del Nilo
–Tiernas violetas del amanecer
maceradas con espliego
y algo de azahar
recogido bajo la luz de la luna en primavera–
Estratagemas que esgrimía el comerciante
para venderme
el tenue recuerdo de esa tarde
que hoy recobro
en los jardines encantados de tu pecho
Fernando Herrera Gómez, Medellín, Colombia, 1958
imagen: Stephen J. Howes, Along the Nile
El ruego
Minero fueron mis mayores
Y por defender sus minas
Se adentraron en los socavones sombríos
De las leyes
Y por las leyes herrumbrosas
Llegué yo a las intrincadas galerías del idioma
Buscando siempre un esplendor
En lo hondo de la tierra oscura
Señor
concédeme en un verso
–a mí que con poca modestia
pretendo ser el amanuense de los míos–
Ese oro verdadero
que mi sangre ha perseguido por siglos
Fernando Herrera Gómez, Medellín, Colombia, 1958